En este módulo exploraremos el mundo de las identidades sexuales, que es muy complejo y polifacético, en el que cada uno de nosotros y nosotras puede encontrar su lugar. Encontrarás un montón de palabras de las que tal vez nunca hayas oído hablar, y esta lista podría incluso seguir ampliándose en el futuro, para incluir realmente la increíble diversidad que todas las personas representamos.

¡Empecemos!

Introducción

La Organización Mundial de la Salud define el género como “las características de las mujeres, los hombres, las niñas y los niños que se construyen socialmente. Esto incluye normas, comportamientos y roles asociados con ser mujer, hombre, niña o niño, así como las relaciones entre ellos y ellas. Como construcción social, el género varía de una sociedad a otra y puede cambiar con el tiempo”

Como muestra esta definición, nuestra sociedad es fuertemente binaria, lo que significa que el binarismo de género entre hombres y mujeres se considera el estándar y la norma. En este módulo veremos que la realidad es mucho más compleja. Hay muchas personas que no entran en ninguna de estas categorías y el género es mucho más fluido de lo que parece. Es importante entender que en este módulo entendemos el género como no binario y, por tanto, como un espectro. El espectro de género, opuesto al género binario, es un modelo que utilizamos para entender el género como algo que existe en un continuo en el que los límites entre lo masculino y lo femenino están más matizados. Este modelo permite a las personas identificarse con un modelo más auténtico de su género.

El género tiene un gran impacto en la vida cotidiana de las personas porque regula las normas, los roles y los estereotipos de género (un estereotipo es una idea muy extendida pero fija y demasiado simplificada de un determinado tipo de persona o cosa), influyendo en la forma en que se espera que las personas se comporten y creando una jerarquía en la que algunos géneros tienen más privilegios que otros. Debido al hecho de que vivimos en una sociedad patriarcal (veremos más adelante qué es esto), nos enfrentamos a ideas muy estrictas sobre la masculinidad/ y la feminidad/, lo que significa que aprendemos desde una edad temprana lo que significa ser un hombre o una mujer. Esas ideas no son intrínsecamente malas o equivocadas, podrían resonar con nosotras y permitirnos ser nosotras mismas; pero cuando esas ideas se convierten en estereotipos discriminatorios, se convierten en una herramienta de opresión tanto para las personas que se reconocen en el binarismo de género como, sobre todo, para las que no. Por lo tanto, pueden convertirse en un obstáculo en nuestro camino personal. Desde las chicas que practican deportes “masculinos” hasta los chicos que aprenden a ocuparse de la casa, los estereotipos de género pueden dejar poco espacio para nuestro crecimiento y satisfacción personal.

En este módulo intentaremos deconstruir el binarismo de género, mostrando la complejidad del espectro de género, para dar un paso adelante hacia la igualdad de género.

Roles y estereotipos de género: El género como binario

¿Qué son los roles y estereotipos de género?

“Creo que he sentido el peso de algunos estereotipos en mi piel, incluso de forma muy sutil, por lo que es difícil identificarlos como bromas o comentarios. Una cosa que me viene a la mente es que el primer deporte que empecé de niña fue la danza, pero luego quise empezar con el fútbol, no me lo permitieron por diversas y confusas razones. A medida que me fui descubriendo más y más con el tiempo, me di cuenta de que a veces me veo mejor con ropa o accesorios que suelen ser más masculinos”.

Por roles de género entendemos que hay “cosas consideradas para chicas” y “cosas para chicos”, como algunos juegos, ropa, lugares a los que ir que son más apropiados para los o las jóvenes. Las ideas de masculinidad y feminidad pueden cambiar en función de dónde vivas y de cómo esté construida la sociedad que te rodea. Estas ideas pueden o no resonar contigo porque, como hemos dicho, el género es más un espectro que algo binario, y podrías encontrarte reconociéndote en una mezcla de ellas o en ninguna. No obstante, es importante entender que estas construcciones afectan a la forma en que hemos sido educados y educadas desde las primeras etapas de nuestra vida en cuanto a la manera de expresar nuestras emociones, los juguetes con los que debemos jugar en la infancia, la ropa que debemos llevar, etc.

“En una cena familiar, alguien hizo un comentario sobre mi madre y me volví loca. No podía ser la chica amable, sonriente y buena que se suponía que debía ser. En ese momento, me pregunté por qué debía seguir siendo así, educada, amable… Quiero sentir caos, rabia, y tengo derecho a explicarme”.

Por ejemplo, es común esperar que las personas socializadas como mujeres tengan el deseo de una familia y la maternidad, que sean femeninas, amables, emocionales, mientras que los hombres tengan ambiciones y una carrera, que sean masculinos, fuertes y valientes. Pero hagamos una distinción:

  • La masculinidad y la feminidad son conceptos que conforman quién debes ser y qué se espera de ti como hombre o como mujer. Por ejemplo: los hombres deben tener ambiciones profesionales, ser asertivos, “racionales” y firmes, tener actitud de “jefe”; las personas socializadas como mujeres deben preocuparse por sus espacios domésticos, desear tener hijos y ninguna otra ambición específica, y ser “emocionales”.
  • La masculinidad y la feminidad son características de apariencia y actitud concebidas para los dos géneros. Por ejemplo: si eres atrevido, eliges ropa deportiva o te gusta ver o practicar deportes de cualquier tipo, o si no te preocupas por los procedimientos cosméticos y estéticos para tu cuerpo (que puede ser cualquier cosa relacionada con la apariencia, desde usar perfumes hasta pedir cita en la peluquería) serías considerado/a “masculino/a” o “varonil”. Por el contrario, si te gustan los colores delicados, los vestidos abullonados y/o el maquillaje y la rutina cosmética y estética, se te consideraría “femenina”.

“Cuando en mi familia se esperaba de mí que estuviera en la cocina y haciendo tareas domésticas y no se esperaba de mis hermanos”.

Los roles de género son estereotipos porque no se basan en diferencias naturales y heredadas, sino en ideas generalizadas y sobresimplificadas de un determinado género construidas por la sociedad. Como todo estereotipo, los de género vienen acompañados de estrictas expectativas de género difíciles de desmontar. Las expectativas de género definen lo que aprendemos a esperar de un individuo perteneciente a un determinado género: cómo actuar, comportarse y parecer. No se trata sólo de una expectativa personal que proyectamos en los demás al verlos pasar: es una educación social y cultural en la que crecemos debido a las normatividades sociales y que nos empuja a una determinada y estricta forma de ser. Ve al módulo 5 para saber más sobre lo que entendemos por normatividades y estereotipos.

Los roles de género están determinados culturalmente. La idea de género puede ser muy diferente en cada país, y también en un mismo país o ciudad se pueden encontrar algunas diferencias. Esto también se debe a que el género es una construcción social y cultural.

“Cuando tenía 5 años y quería jugar al fútbol con mi hermano y sus amigos, todos me dijeron al mismo tiempo que no podía porque era una niña, que tenía que ir con mis primas y jugar con las Barbies”.

Por supuesto, puedes encontrarte encajando en gran parte de los roles de género, pero también puedes identificarte como mujer y que te gusten los deportes, vestirte “como un chico” y ser una jugadora fenomenal; así como puedes identificarte como hombre y ser un gran maquillador. Lo que vamos a ver es que el binarismo de género es sólo una de las diversas posibilidades de ser.

    “[…] el estereotipo que dice que las mujeres son más dóciles me ha incomodado muchas veces, porque eso es lo que se espera de mí y no es verdad”.

    En la raíz de los roles y estereotipos de género encontramos el patriarcado. El patriarcado es un sistema social de opresión que privilegia a un género sobre los demás. La etimología (del griego “patriarkhēs”, que significa “padre que gobierna”) nos revela que el género hegemónico (el que gobierna, el dominante) es el de los hombres, concretamente los hombres heterosexuales, cisgénero, sin discapacidades y blancos. La existencia de una jerarquía entre géneros, pone a algunos géneros en una condición de mayor opresión que otros. Así, por ejemplo, un hombre heterosexual cis tiene más privilegios que una mujer heterosexual cis, que es a su vez más privilegiada que una mujer heterosexual lesbiana, que es más privilegiada que una mujer trans, y así sucesivamente. Por supuesto, esta pirámide es una simplificación. Nuestras identidades son mucho más complejas y nuestras relaciones también. Pero nos ayuda a recordar que formamos parte de este sistema. Todas las personas actuamos, reaccionamos y somos oprimidas por el patriarcado de diferentes maneras y es importante no aplanar estas diferencias.

    También es importante recordar que el sistema patriarcal oprime a todos los géneros porque intenta confinarlos en las normas sociales, los roles y los estereotipos que hemos mencionado antes. Así que, aunque el patriarcado beneficia a los hombres, porque los aventaja en posiciones de poder, el coste de ese privilegio es alto. Las ideas de hombría y masculinidad a menudo actúan como una jaula debido a sus enormes límites de lo que un hombre debe ser y cómo debe actuar. Las expectativas de género son tan exigentes que es imposible satisfacerlas todas: las cajas o jaulas en las que debemos encajar para satisfacer las prerrogativas patriarcales son demasiado pequeñas para todas las posibilidades de ser, sea cual sea tu identidad de género.

    Las 4 dimensiones del género – El género como espectro

    Para entender mejor lo que entendemos por género como un espectro, podemos leerlo como si estuviera hecho de 4 dimensiones, que crean, no como una línea recta con sólo dos extremos, sino como un enorme mapa con diferentes direcciones.

    Estas dimensiones son: identidad de género, orientación sexual y romántica, expresión de género y sexo asignado al nacer.  

    Sexo asignado al nacer

    El sexo se te asigna al nacer, en función de tu aspecto corporal. Por definición, incluye el sexo genético (cromosomas), el sexo genital (genitales: pene y vulva), el sexo gonadal (testículos y ovarios), las características sexuales secundarias, y el sexo hormonal (hormonas como los estrógenos y la testosterona): cuando naciste, los médicos establecieron, por todos los factores anteriores, si eres hombre, mujer o intersexual.

    Por lo general, las personas de sexo femenino tienen cromosomas XX; las de sexo masculino, cromosomas XY.

    Intersexualidad” es un término general utilizado para una variedad de situaciones en las que una persona muestra, al nacer o más tarde, por ejemplo durante la pubertad, una anatomía reproductiva y/o sexual que no encaja en las cajas socialmente construidas de “hembra” o “macho”. Existen diferentes condiciones de intersexualidad, desde hormonales (no visibles) hasta genitales (más visibles) que difieren del binario tal y como lo conceptualizamos (véase el módulo 4).

     

    Identidad de género

    La identidad de género es un sentimiento interno de pertenencia a un género. Normalmente, el género también se asigna al nacer según tu cuerpo y los factores anteriores. Pero hoy en día sabemos que el tema es más complejo que eso porque puede corresponder al sexo asignado al nacer según tu cuerpo y tus genitales, pero también puede diferir.

    Cuando tu identidad de género se corresponde con el género asociado a tu sexo asignado al nacer, significa que eres cisgénero (del latín “cis-“, “de este lado de”); si tu identidad de género no se corresponde con el género asociado a tu sexo asignado al nacer, significa que eres transgénero (del latín “trans-“, “a través de, más allá de, sobre, al otro lado de”).

    “Trans*” es un término paraguas para reconocer a todo individuo que experimenta una identidad de género diferente a la norma social, que es la identidad cisgénero. Además, este término seguido del asterisco* pretende incluir las múltiples identidades que engloba. De hecho, debajo de ese término paraguas, encontramos un grupo de conceptos y variaciones: de modo que “trans*” no sólo incluye a las personas que afirmaron su género como  otro diferente al asignado al nacer(es decir: la antigua definición de “FtM femenino a masculino” y/o “MtF masculino a femenino”, ya en desuso, que significaba la transición de un género a otro), sino a todos los que se identifican con un género diferente al asignado al nacer. He aquí algunas de las definiciones:

    • Agénero: persona sin (o con muy poca) conexión con el sistema tradicional de género, sin alineación personal con los conceptos de hombre o mujer, y/o alguien que se ve a sí mismo sin género. A veces se denomina género neutro, o sin género (genderless).
    • Género fluido: alguien que experimenta fluctuaciones en su expresión o identidad de género, o ambas.
    • Hombre tran persona cuya identidad de género es diferente de la asignada al nacer y se identifica como hombre.
    • Mujer trans persona cuya identidad de género es diferente de la asignada al nacer y se identifica como mujer.
    • Persona no binaria: personas que no se identifican con el binarismo hombre/mujer.
    • Genderqueer: denota o se refiere a una persona que no se adhiere a los géneros convencionales presentes en la sociedad.
    • Amab o persona Afab: acrónimos que significan hombre asignado al nacer / mujer asignada al nacer respectivamente (en inglés “assignated male at birth” y “assignated female at birth”. Se utiliza como expresión inclusiva para definir a alguien cuyo sexo asignado al nacer es masculino o femenino, independientemente de su identidad de género.
      Y muchas más.

    Hay muchas maneras de afirmar y abrazar tu identidad como persona trans*. Por ejemplo, se puede optar por la terapia hormonal y/o la cirugía de afirmación de género, pero lo único que se necesita para validar y respetar la identidad de género es la propia autodeterminación e identificación como persona trans*.

    Comprender el espectro de las identidades trans* es importante porque reconocerlas nos ayuda a aclarar las diferencias entre identidad de género y expresión de género y cómo podemos movernos entre ellas.

    Orientación

    La orientación se refiere a por quién se siente una persona atraída, ya sea sexual y/o románticamente.

    La orientación sexual define por quién te sientes atraída sexualmente. A diferencia de la identidad de género, que define quién eres, la orientación sexual se refiere a quién te atrae física, erótica y sexualmente. Hay muchos tipos diferentes de orientación sexual. Algunos de los más comunes son:

    • Heterosexual: persona que se siente atraída sexualmente por el género diferente al suyo.
    • Homosexual: persona que siente atracción sexual por su mismo género.
    • Bisexual: persona que siente atracción sexual por más de un género.
    • Pansexual: persona que se siente atraída sexualmente por diferentes personas independientemente de su identidad de género.
    • Asexual: persona que no experimenta atracción sexual, o al menos no en todas las circunstancias. Las personas asexuales pueden seguir sintiendo atracción romántica, y puede que quieran participar en actividades sexuales, pero no sienten atracción de forma sexual.

    La orientación romántica define hacia quién te sientes atraída emocional y afectivamente, y es diferente y está separada de la orientación sexual. Aunque muchas personas experimentan ambas, la atracción romántica puede existir sin atracción sexual. En cuanto a la orientación  romántica, también adopta muchas formas. Por ejemplo:

    • Heterorromántico: persona que siente atracción romántica por otro género.
    • Homorromántico: persona que siente atracción romántica por su mismo género.
    • Biromántico: persona que siente atracción romántica por más de un género.
    • Panromántico: persona que se siente atraída románticamente por diferentes personas independientemente de su identidad de género.
    • Arromántico: persona que no experimenta atracción romántica, o al menos no en todas las circunstancias.

    Recordatorio: las personas también pueden experimentar atracciones distintas de la romántica y/o sexual, por ejemplo atracción sensual (deseo de contacto y tacto, no necesariamente genital), atracción platónica…

    Expresión de género

    La expresión de género define cómo expresas tu género externamente, a través de la ropa, el maquillaje, el corte de pelo, etc. La sociedad utiliza estos aspectos como claves para entender la identidad de género de las personas, etiquetándolas como masculinas o femeninas. Por ejemplo, las faldas y el maquillaje suelen considerarse femeninos, mientras que el pelo muy corto suele considerarse masculino, pero estas percepciones cambian mucho con el tiempo. Explorar tu expresión de género puede ser una forma de entender tu identidad y todo el mundo debe ser libre de elegir lo que mejor le convenga, independientemente de que esa elección coincida o no con la percepción que la sociedad tiene de su género.

    Vale, pero ¿por qué tantas etiquetas?

    Todas estas palabras y definiciones pueden parecer aterradoras a primera vista. Parecen demasiadas y es preocupante pensar que las has metido en la memoria para ser consciente. No te preocupes: no es eso lo que pretendemos. No hay ningún examen final al que asistir ni falta una pieza del puzzle si no te las sabes todas.
    Estas etiquetas pretenden ser herramientas para ti, no armas contra ti: herramientas para entender quién eres, quién te gusta y cómo definir tu identidad sexual por completo.

    Como verás en el módulo 5, hay cosas como las “normatividades sociales”. Estas normatividades son esas “reglas tácitas” en las que crecimos y que nos inducen a pensar que sólo hay una forma de ser y que todo lo demás está simplemente fuera de la norma; así que si eres cisgénero, heterosexual, capaz, alosexual, blanco, delgado y rico tienes más posibilidades de ser protegido, representado y privilegiado que los demás. Pero acabamos de ver que hay más que eso, que la realidad es enorme y llena de matices. Las etiquetas te ayudan a navegar por todas las preguntas que pueden surgir en tu mente mientras creces y realmente pueden ser así de útiles. Si buscas las palabras en Google o compartes información con tus compañeros y compañeras, puedes encontrar un montón de cosas que realmente podrían resonar contigo.

    La mayoría de estas etiquetas se crearon a partir de una necesidad política; la propia creación de una nueva palabra para definirse implica la urgencia de ocupar un espacio en un mundo que no está acostumbrado a considerar todas las existencias.

    Como la propia sexualidad es un descubrimiento sin fin y puede cambiar a lo largo de la vida, las etiquetas no son monolíticas: la mayoría de las palabras que describen tu atracción sexual o romántica, o tu identidad de género, no pretenden enjaularte: las etiquetas no son rígidas y pueden cambiar; es muy legítimo que cambies de sentimientos y de mentalidad en tu vida: etiquetar es comprender, no coartar.

    Por eso es contraproducente hacer gatekeeping, o “vigilancia del género”, que es una acción que describe cuando alguien excluye a propósito a otra persona porque no encaja perfectamente en la etiqueta que se le ha asignado. Es comprensible malinterpretar el uso de etiquetas como dogmático (incuestionable, fijo, incontrovertible), porque así es exactamente como solíamos considerar las categorías en una sociedad construida dentro de normatividades. Pero, como se ha dicho antes, la realidad es más compleja que eso y nosotros y nosotras también lo somos con nuestras sexualidades. El “gatekeeping” es un error común que cometen las personas de dentro y fuera de la comunidad LGBTQIA+ y es algo que debemos desaprender. Las palabras están hechas para adaptarse a nosotros y nosotras, no al revés.

     

    Consejos - ¿Estoy sufriendo disforia de género?

    La disforia de género describe la sensación de malestar e incomodidad que pueden experimentar las personas cuando su identidad de género no coincide con el sexo asignado al nacer. Aunque las experiencias pueden variar de una persona a otra, aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte a afrontarla:

    1. Expresa tus sentimientos: compártelos con alguien de confianza o anótalos para ti misma. Y recuerda incluir también algunos pensamientos positivos.
    2. Busca la ayuda de personas que tengan sentimientos similares, ya sean amistades o gente nueva que pueda compartir su experiencia.
    3. Busca/utiliza objetos que te ayuden a expresar tu género y te hagan sentir más segura de ti misma, afirmando tu identidad.
    4. Haz planes o investiga sobre cómo dar pasos sociales, médicos y/o legales a corto o largo plazo hacia tu camino de afirmación.
    5. Si identificas cosas cotidianas que aumentan tu malestar, intenta reducirlas mediante pequeñas acciones.
    6. Dite a ti mismo, en voz alta, que tu cuerpo no define tu género.
    7. Intenta centrarte en algunas cosas que puedan mejorar tu bienestar general (por ejemplo, el contacto con la naturaleza; el ejercicio físico; las lecturas o la música o cualquier otra pasión o evasión; dormir bien; una alimentación sana).

    Evita los espacios o las personas, online y offline, que te hagan sentir mal.

    Cuestiones LGBTQIA+ y discriminación de género

    Ahora que hemos visto cuántas posibilidades de identificación y orientación existen, vemos más claro que las personas pueden no reconocerse en el género que se les asignó al nacer, o pueden tener una orientación sexual o romántica más fluida, o pueden expresar características físicas que no corresponden claramente a uno u otro género, y muchas más posibilidades. Podemos referirnos a estas posibilidades como no conformidad de género.

    “Más tarde empecé a ser cada vez más consciente de mi identidad fluida, por lo que podía llevar falda un día y pantalones al siguiente sin demasiados problemas; empecé una relación con una chica sintiéndome más aceptado, pero todavía asustado”.

    “Mi hijo de 14 años está en el espectro autista, se viste como un chico y se identifica como no binario. Este es un tema tabú en mi casa y no puedo acercarme a ellos en este tema. Se llamana sí mismo “chico”, pero no estoy segura de que realmente se sienta chico”.

    LGBTQIA+ es un acrónimo que significa: 

     Lesbiana

    Gay

    Bisexual

    Trans*

    Queer y en cuestionamiento (questioning)

    Intersexual

    – Asexual y Arromántico;

    – el signo más (+) indica que las etiquetas siempre están evolucionando y se van añadiendo; hoy en día el acrónimo en sí es mucho más largo, ya que se han reconocido y reivindicado diferentes identidades sexuales, pero es muy habitual encontrar la versión más corta (“LGBTQIA+”) para referirse a la comunidad.

    Hemos descrito estas palabras en el párrafo anterior, excepto la Q, que se refiere a dos términos generales:

    • Queer” es un término paraguas que engloba todas las identidades divergentes del cisgénero y la heterosexualidad. En el pasado era un término despectivo que significaba “bizarro”, “raro”, pero a lo largo de los años su uso ha sido muy debatido, ya que parte de la comunidad está reivindicando este término con orgullo y fiereza. De ti depende utilizarlo o no para reconocerte: la esencia misma del ser “queer” es, en efecto, que nadie debe decirte qué palabras utilizar para definirte, sino tú misma las eliges.
    • Cuestionarse” es el acto de reflexionar y preguntarse sobre tu identidad de género y/o tu orientación sexual y romántica. Como veremos más adelante, vivimos en una sociedad que da por sentado el cisgenerismo y la heterosexualidad, como algo predeterminado. Sin embargo, puede ocurrir que sientas algo diferente a eso y, cuando empiezas a investigar esos sentimientos y esos pensamientos sobre tus identidades sexuales y empiezas a plantearte quién eres y por quién te sientes atraída, entonces te estás cuestionando. Cuestionarse no implica necesariamente la pertenencia a la comunidad LGBTQIA+: de hecho, puedes darte cuenta de que encajas perfectamente en el cisgenerismo y/o la heterosexualidad, pero tienes derecho a preguntarte sobre tí y cuestionarte, más allá de lo que la sociedad te dice que eres.

    Consejos para una persona para salir del armario (“coming out”)

    • Mantente segura: Elige el momento y la hora adecuados para estar lo más segura posible.
    • Elige tu manera: Hay muchas formas de comunicar una salida del armario: una carta, una canción, una llamada telefónica… Hacerlo “en persona” puede no ser siempre la opción más segura o la que te haga sentir más cómodo o cómoda… ¡sólo tienes que encontrar la más adecuada para ti!
    • Sin presiones: Salir del armario es una decisión personal. Sin duda, salir del armario y ser visible es importante para toda la comunidad, pero ante todo debe ser algo que TÚ quieras hacer.
    • Confía en tu red: Busca la asociación LGBTQIA+ más cercana si necesitas ayuda para salir del armario; si ya tienes gente que te apoya cerca, pídeles que te apoyen si tienes que hacer una salida del armario “más dura o conflictiva”.

    Por no ajustarse a las normas de género (consulta el módulo 5 para saber más sobre la normatividad), las personas pertenecientes a la comunidad LGBTQIA+ sufren discriminación. La discriminación contra las personas de la comunidad LGBTQIA+ se denomina homolesbobitransfobia. La marginación, el estigma y otras formas de discriminación en las escuelas, en el lugar de trabajo, legal, educativa y a través de las representaciones de los medios de comunicación, para las personas LGBTQIA+ son temas esenciales para entender y desmontar con el fin de construir una educación que pueda hablar a todo el mundo, no importa quién seas y quién te guste.

      “Y luego hubo una conversación de 5 minutos sobre el hecho de que es homosexual, sobre que para algunas personas este hecho es un umbral demasiado alto, que algunas personas no podrán superarlo y que no ven ninguna otra ventaja en ello, sólo lo ven como una desventaja”.

      Las personas LGBTQIA+ se enfrentan a múltiples riesgos por el mero hecho de ser ellas mismas. Es fundamental comprender que la violencia adopta diversas formas, no sólo el acoso o las agresiones físicas. Cuando la normatividad te hace invisible y te margina, puedes sentir que ni siquiera existes y que, por tanto, no tienes derecho a expresarte lo mejor que puedas.

      Outing

      Outing es cuando alguien revela públicamente la identidad de género y/o la orientación sexual de otra persona sin su consentimiento. Si conoces a alguien que se sincera contigo sobre quién es y quién le gusta, asegúrate de que estará a salvo contigo: si te lo dice pidiéndote que no se lo cuentes a nadie más, respeta su necesidad, ya que probablemente esté más seguro o segura así, sin difundir la información.

      Salir del armario es diferente de sufrir outing:

      • una persona LGBTQIA+ sale del armario cuando decide, en su tiempo personal y con sus propios términos personales, cuándo contar a todo el mundo su identidad u orientación sexual y romántica;
      • Una persona LGBTQIA+ que ha sufrido outing es una persona expuesta sin su consentimiento sobre su vida personal, sin que se tengan en cuenta sus condiciones y, probablemente, expuesta a un gran riesgo. Todavía existen muchas discriminaciones contra las personas LGBTQIA+, por lo que ser descubierta puede costarte tu trabajo, tu seguridad en casa y en la escuela.

      Salir del armario nunca debe ser un acto forzado.

      Tricking

      Otro acto de violencia similar al outing es el “tricking”, en el que se obliga a la persona perteneciente a la comunidad LGBTQIA+ a salir del armario. El engaño es una forma sutil y manipuladora de atacar a las personas LGBTQIA+.

      De hecho, es importante aclarar que salir del armario no es necesario para que te validen como parte de la comunidad LGBTQIA+. Hay muchas razones personales y contextuales por las que no estarías seguro de hacerlo y nadie debería presionarte para que lo hagas. Quién eres y por quién te sientes atraído sigue siendo válido aunque no hayas salido del armario públicamente. Una comunidad verdaderamente respetuosa es la que se abre hasta un punto en el que ni siquiera es necesario salir del armario, porque se han desmantelado todas las normatividades que conocemos y se respeta a todo el mundo sea cual sea su identidad de género o su orientación sexual y romántica.

      Misgendering

      Se habla de misgendering (“equivocarse de género”) cuando alguien se dirige repetidamente y/o a propósito a las personas trans* (en la definición amplia antes mencionada) con los pronombres equivocados.

      Los pronombres son palabras que utilizamos en lugar de un nombre. Por ejemplo:

      • Él es un conjunto de pronombres específicos de género que suele asociarse a hombres o niños o a quienes se identifican como tales.
      • Ella es un conjunto de pronombres específicos de género que se asocia generalmente a mujeres o niñas o a quienes se identifican como tales.
      • Elle/elles se considera a menudo un conjunto de pronombres de género neutro, utilizado a menudo para una persona que puede no identificarse con un género específico.

      Estos son solo algunos ejemplos, pero existen muchos otros pronombres de género neutro, como los neopronombres ze/zir/zirs en inglés. Independientemente de la identidad de género, todos los pronombres pueden utilizarse para cualquier género y son neutros en cuanto al género. Los pronombres son una parte integral de lo que somos y compartir tus pronombres o preguntar los pronombres de otra persona no sólo afirma la propia identidad sino que crea un entorno más inclusivo y respetuoso para todos y todas.  Podemos destacar la idea de que utilizar los pronombres con los que las personas identifican su género es una forma de mostrar respeto por su identidad de género.

      Los nombres y pronombres elegidos son los que las personas trans* eligen para expresar su identidad, y siempre deben respetarse. Por desgracia, las cosas no siempre van así: la gente puede sentirse incómoda con tu identidad y negarse a respetar tu nombre o tus pronombres para establecer su punto de vista por encima del tuyo; eso es discriminación transfóbica activa. Por supuesto, no todo el que confunde nombres o pronombres lo hace a propósito: es cuestión de acostumbrarse a ello y recordar los correctos, pero es importante hacer un esfuerzo por aprenderlos y memorizarlos. 

      Passing o “tener passing”

      Tener passing en el contexto de las personas LGBTQIA+, sobre todo en el colectivo trans*, tiene el significado de parecer pasar por alguien que no pertenece a la comunidad LGBTQIA+, indica que una persona técnicamente pertenece a un grupo pero “se ve” de otro. Se basa en expectativas estereotipadas de género y en normatividades sociales. Por ejemplo: “tu orientación sexual y/o romántica no es heterosexual/heterorromántica. Como no caminamos con un cartel encima explicando “soy bisexual/pansexual/asexual” (o biromántico, panromántico, aromántico), etc., la gente asumirá que eres heterosexual/romántico porque estás pasando como tal, ya que la norma dada por defecto es la heterosexualidad”.

      Las cosas se ponen más complicadas y peligrosas cuando se trata de personas trans*: para quienes inician cualquier tipo de camino de afirmación (médica, hormonal, quirúrgica), puede ocurrir que sus cuerpos cambien debido a la terapia; estos cambios les exponen al juicio constante de otras personas, que pueden atentar contra ellas, ellos y elles. Esto no sólo es injusto (ya que nadie tiene derecho a juzgar la apariencia de los demás), sino peligroso para estas personas en una sociedad que está empezando a comprender la existencia más allá del binarismo de género y de las expresiones de género estereotipadas.

      Consejos para crear entornos inclusivos hacia las personas LGBTQIA+

      Estos son algunos pasos que podrías seguir para hacer más inclusivo tu centro de estudios u otro entorno social en el que pases tiempo:

      • Eliminar los lugares “sexistas”, basados en el binarismo normativo de género, como por ejemplo los aseos de la escuela.
      • Pregunta el pronombre de las personas si no las conoces de antes (es útil presentarse con nuestros pronombres, aunque seamos cis).
      • Organizar actividades sobre temas LGBTQIA+, incluyendo siempre a las personas LGBTQIA+ en el proceso de co-creación de dichos eventos.
      • Denuncia los comportamientos discriminatorios explicando por qué son problemáticos. Hazlo con seguridad.
      • Establecer o proponer protocolos de respuesta a comportamientos discriminatorios, diseñados conjuntamente con las personas que forman parte de la comunidad LGBTQIA+.
      • Adoptar una propuesta legal para reconocer los nombres y pronombres elegidos como legítimos en los documentos personales y profesionales.

      Racialización y personas LGBTQIA

      “Ser musulmana, “árabe” y lesbiana es duro, porque la gente no lo entiende. Tengo suerte de que mi familia me acepte”

      Como en muchos otros entornos, también en la comunidad LGBTQIA+, las personas racializadas se enfrentan a discriminaciones interseccionales: racismo y homolesbobitransfobia (ir al módulo 5 para saber más sobre interseccionalidad). Esto se debe a la representación limitada y a los estereotipos basados en el sexismo y el racismo que dan lugar a la fetichización racial, la invisibilización y la exclusión. Sin embargo, a veces pareciera que la lucha contra la LGBTQ+fobia y el racismo están desconectadas.

      “Los chicos gays tienen fama de ser femeninos, y los negros de ser demasiado masculinos y violentos, así que la gente no puede verme como las dos cosas”.

      En lo que respecta a los hombres homosexuales, Damien Trawalé explica que, contrariamente a las representaciones de los hombres percibidos como negros, hipersexualizados y excesivamente virilizados, la homosexualidad masculina suele ser vulnerable, frágil y feminizada. En relación con esto, está el racismo y la fetichización racial que experimentan muchos hombres homosexuales en las aplicaciones de citas. Miguel Shema denuncia este tipo de discriminación en su perfil de Instagram (@pracisees_vs_grindr).

      “Nosotros, que no somos blancos, no tenemos representación en ninguna de las comunidades”.

      La lucha LGBTQIA+ también se instrumentaliza a menudo para llevar a cabo retóricas racistas y antimigratorias. Podemos referirnos a esto como homonacionalismo. Algunos partidos políticos europeos (a menudo de extrema derecha, pero no exclusivamente) afirman que las personas inmigrantes y las personas racializadas no comparten los mismos valores que los países europeos y occidentales en cuanto a la libertad individual de las personas socializadas como mujeres y LGBTQIA+, y los criminalizan en el discurso público como posibles autores de comportamientos misóginos y homolesbobitránsfobos Lo mismo ocurre con el femonacionalismo: la instrumentalización de las luchas feministas con fines racistas, por ejemplo en la retórica islamófoba contra el hiyab.

      En realidad hay muchos entornos sociales que no forman parte de “occidente”, en los que las narrativas en torno al binarismo de género son mucho menos rígidas y más fluidas que las occidentales.

      El papel de las redes sociales en la comprensión del género

      “Es curioso, pero probablemente lo que más he aprendido es de TikTok. Porque… porque hay personas de diferentes partes del mundo que publican contenidos y hablan de todo tipo de temas, así que ves a diferentes personas hablando, y algunas de ellas intentan educar a otras, otras hacen este tipo de chistes de TikTok, como chistes sobre estereotipos, así es como tuve la idea, y luego de alguna manera acabé leyendo y aprendiendo sobre estos temas yo mismo, pero la primera fuente fue TikTok”.

      Gracias a Internet y a las redes sociales, hoy en día hay más oportunidades de entrar en contacto con experiencias, materiales e historias que ayudan a abrir ampliamente las ideas sobre el significado del género. Los testimonios directos que se dan en las redes sociales (a través de posts escritos en Facebook e Instagram, o mediante vídeos en TikTok) permiten a las personas de la comunidad LGBTQIA+ y también a quien está fuera de ella tener ideas más claras sobre los temas desde una perspectiva desde dentro, facilitando dos cosas principalmente:

      • Para que las personas que empiezan a resonar en la comunidad se sientan vistas e incluidas;
      • Para que quienes pertenecen a las normatividades aprendan y desmientan algunos de los estereotipos y prejuicios antes mencionados.

        “La información la encontré principalmente en internet, de amigos, y ahora en la escuela, hace poco, apenas este año el profesor de biología empezó a hablar de género, de cómo las personas pueden identificarse diferente al sexo con el que nacieron, y que hay personas intergénero, y que puedes amar al mismo sexo, o no al mismo sexo, cosas así”

        Como se menciona en otras partes de esta guía, Internet es un lugar polifacético en el que todavía estamos aprendiendo a comportarnos y a convivir, y no siempre es un lugar seguro (véase más sobre este tema en el módulo 3 – VDG). Al mismo tiempo, afortunadamente, cada vez hay más representaciones positivas de personas fuera de las normas de género (por ejemplo, Theo Putnam en “Chilling Adventures of Sabrina”, muchos personajes de “Sex Education”, etc.). Cada vez son más las personas famosas que salen del armario y asumen también este papel de representación: Bilal Hassani, Moon (drag race Francia), Sam Smith, Kim Petras, M.J. Rodriguez (“Pose”) etc. Y hay muchas estructuras locales y nacionales para apoyar a las personas LGBTQIA+ en sus transiciones, ayudándoles a alejarse de situaciones familiares abusivas, o dándoles todas las herramientas e información para comprender mejor y reconocer sus necesidades. Cuanto más en contacto estén las personas con estas representaciones y referentes, más fácil les resultará comprender y aceptar las diferencias que les rodean.

        Siguen faltando representaciones queer, sobre todo positivas, en las que los personajes queer no se limiten a su condición de tales. Es igual de importante mostrar que no se definen sólo por eso, y que sus vidas no están hechas sólo de obstáculos y discriminación.

          Referencias

          2021 equity challenge day 3: what is privilege? (n.d.). United way for Southeastern Michigan. Retrieved 5 February 2023 from https://unitedwaysem.org/equity_challenge/day-3-what-is-privilege/

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          Gender binary. Oxford dictionary. Retrieved 5 February 2024 from https://www.oxfordlearnersdictionaries.com/definition/english/gender-binary?q=gender+binary  

          Interact Advocates for Intersex People et al (n.d). What is Intersex? Last retrieved 20 January 2024 from https://interactadvocates.org/

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          KidsHealth. (2023). Coping with gender dysphoria. Last retrieved 1 February 2024 from https://www.kidshealth.org.nz/coping-gender-dysphoria 

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          Planned Parenthood, https://www.plannedparenthood.org/learn/teens. Last retrieved 10 January 2024

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          Vaid-Menon, A. (2020). Beyond the gender binary. New York: Penguin Books.

          Módulo 1

          Entendiendo las relaciones

          Módulo 2

          Comprender el género

          Módulo 3

          Prevención de la violencia de género

          Módulo 4

          Comprender la salud sexual

          Módulo 5

          Cultura y sexualidad

          Módulo 6

          Discapacidad y sexualidad