LOVE ACT: Nuestro enfoque hacia la sexualidad
La sexualidad, para las organizaciones del LoveAct, tiene una definición amplia; de hecho, la consideramos un concepto complejo y mutable, que no se reduce solo al sexo y, además, no solo a las relaciones cisgénero y heterosexuales; es la interacción de varias dimensiones: la cognitiva, la emocional, la física, la social y la espiritual.
Reconociendo esta complejidad, nos remitimos a la definición de educación de la UNESCO incluida en sus «Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad» de 2018, que hablan de Educación Sexual Integral y la definen como:
«Un proceso curricular de enseñanza y aprendizaje sobre los aspectos cognitivos, emocionales, físicos y sociales de la sexualidad. Su objetivo es dotar a la niñez y juventud de conocimientos, habilidades, actitudes y valores que les capaciten para: darse cuenta de su salud, bienestar y dignidad; desarrollar relaciones sociales y sexuales respetuosas; considerar cómo sus elecciones afectan a su propio bienestar y al de las demás personas; y, comprender y garantizar la protección de sus derechos a lo largo de su vida.»
¿Cuál es la historia de la ESI?
- 1990- La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de la Infancia incluye la disposición de medidas para proteger a los niños y niñas de todo tipo de abusos, incluyendo medidas educativas para evitar el abuso sexual (Artículo 19).
- 1994- La educación sexual comenzó a abordarse durante la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo celebrada en El Cairo en 1994, que fue una iniciativa pionera para la promoción de la igualdad de género, la equidad y el empoderamiento de las mujeres y para abordar la importancia de salvaguardar los derechos sexuales y reproductivos y la salud para todas las personas. Sin embargo, en ese momento aún era necesario desarrollar una definición adecuada de la ESI.
- 1999- Lo que realmente marcó un hito en el proceso de establecer el concepto de ESI y abordar su importancia fue la adopción de la Declaración sobre los Derechos Sexuales (aprobada en 1999 y revisada en 2014). El artículo 10 de esta Declaración establece «El derecho a la educación y el derecho a una educación sexual integral», «La educación sexual integral debe ser apropiada para la edad, científicamente precisa, culturalmente competente y basada en los derechos humanos, la igualdad de género y un enfoque positivo de la sexualidad y el placer.»
- 2001- La Estrategia Regional Europea sobre Salud Sexual y Reproductiva señala como objetivo central la inclusión de programas de educación sexual en los currículos escolares.
- 2010- La Organización Mundial de la Salud publica las Normas para la educación sexual en Europa.
- 2015- Las Naciones Unidas incluyen en los Objetivos de Desarrollo Sostenible:
ODS3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
ODS4: Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos.
ODS5: Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas.
- 2017-se celebró en Oslo (Noruega) una Reunión Técnica de Alto Nivel sobre el Avance de la Educación Sexual Integral para Lograr la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
- 2018- La UNESCO publica la Guía Técnica Internacional sobre Educación en Sexualidad para orientar a las autoridades educativas, sanitarias y de otro tipo en el desarrollo de programas de ESI con jóvenes dentro y fuera de la escuela. Proporciona definiciones, conceptos clave y objetivos de aprendizaje divididos por grupos de edad.
Algunos datos sobre la ESI:
Dato 1: «La ESI elimina las falsas creencias relativas a la sexualidad gracias a una información actualizada y basada en evidencias».
Es un hecho que cada sociedad, cultura y generación tiene sus propios mitos y falsas creencias respecto a la sexualidad, por lo que el papel de la ESI es proporcionar a niños, niñas, adolescentes y jóvenes los conocimientos, habilidades y herramientas para que sean capaces de diferenciar los mitos de los hechos, cuestionar dichos mitos y valorar la importancia de conocer información fiable.
Dato 2: «La ESI fomenta el pensamiento crítico y los procesos autónomos de toma de decisiones».
La ESI tiene en cuenta que las personas dispuestas a aprender sobre sexualidad provienen de diversos entornos socioeconómicos y difieren en su edad, género, orientación sexual, identidad de género, valores familiares y comunitarios, religión y otras características. Por esta razón, la ESI fomenta una reflexión crítica sobre los valores personales y comunitarios existentes y las percepciones de la familia, la comunidad y las compañeras/os sobre la sexualidad y las relaciones, intentando ayudar a las personas a tomar decisiones por sí mismas.
Dato 3: «La ESI promueve la autonomía corporal y el consentimiento basado en el propio deseo».
La ESI se inspira en los tratados internacionales que establecen el derecho a la salud sexual y reproductiva, que incluye el derecho a tomar decisiones y hacer elecciones libres y responsables, sin violencia, coacción ni discriminación, sobre cuestiones relativas al propio cuerpo y a la salud sexual y reproductiva. La sexualidad tiene un profundo vínculo con el poder y poder controlar el propio cuerpo es una forma realmente extrema de mostrar este poder. La ESI se presenta como una herramienta para comprender la relación entre sexualidad, género y poder, sus dimensiones políticas y sociales, y ofrecer los recursos para superarla.
Dato 4: «La ESI celebra la diversidad en todas sus formas».
En primer lugar, la ESI adapta sus propios contenidos en función de la edad y las necesidades de cada persona o grupo, por lo que podemos decir que la ESI adopta la diversidad como base, asegurándose de que todas las personas se sientan incluidas. En segundo lugar, la ESI contribuye a hacer visibles muchas realidades que tradicional o históricamente han sido discriminadas, oprimidas, violentadas o invisibilizadas. Por último, promueve valores no sólo de tolerancia y respeto, sino de inclusión de todo tipo de diversidad.
Dato 5: «La ESI fomenta el autoconocimiento y la confianza en una misma».
La ESI busca cambios y transformaciones positivas y fomenta el empoderamiento de las personas y las comunidades para lograr un mayor conocimiento de sí mismas, apreciarse y valorarse. Esto se logra proporcionando hechos e información basados en pruebas y actualizados, mediante la naturalización de temas «tabú», la integración de la diversidad y los valores inclusivos, la promoción del pensamiento crítico y el avance de un marco de derechos humanos y derechos sexuales.
Dato 6: «La ESI fomenta el desarrollo de habilidades comunicativas, emocionales y relacionales».
Asignaturas como Matemáticas, Lengua o Ciencias tienen que impartirse en las escuelas, ¡y eso está absolutamente bien! Sin embargo, por desgracia, en la mayoría de los colegios no hay lugar para una asignatura que nos enseñe a gestionar y expresar nuestras emociones, a crear vínculos y relaciones más positivas y a comunicarnos de forma asertiva. Por este motivo, y teniendo en cuenta una definición amplia y completa de la sexualidad, la ESI se preocupa de incluir estos importantes temas en su plan de estudios.
Dato 7: «La ESI debe ser promovida por profesionales en la materia».
¡En efecto! Sexólogas/os y educadoras/es sexuales, así como profesorado bien formado y respaldado, son las y los profesionales oficialmente habilitados para promover la ESI e impartir programas de ESI en escuelas y otros centros educativos. En algunos países, la Sexología se puede estudiar como Licenciatura, en otros países, se puede estudiar una amplia gama de Licenciaturas (Psicología, Educación, Medicina, Enfermería, Trabajo Social, etc.) y completar su formación con un Máster en Sexología. En cualquier caso, las educadoras/es de ESI cuentan con la mejor formación académica y profesional necesaria para ofrecer la mejor educación posible. Al mismo tiempo, también hay muchas actividades que el profesorado puede poner en práctica para romper el hielo y mantener la conversación.
Dato 8: «La ESI pone el placer en el centro, como fuente de salud y bienestar».
Histórica y tradicionalmente, el foco de la educación sexual se ha puesto en los riesgos de quedarse embarazada o contraer una ITS (por supuesto, desde una perspectiva cisgénero/heterosexual y de penetración que invisibiliza cualquier otra realidad). Sin embargo, la ESI trata de evitar este miedo focalizado y más bien promueve una visión de la educación y la salud sexuales que se basa en un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales. También enfatiza la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia. Además, la ESI intenta fomentar una reflexión sobre cómo las normas y estereotipos de género han influido en las expectativas y experiencias de las personas, limitando el placer sexual. La ESI afirma que las y los jóvenes que viven con discapacidades mentales, físicas o emocionales son seres sexuales y tienen el mismo derecho a disfrutar de su sexualidad dentro del más alto nivel posible de salud, incluyendo experiencias sexuales placenteras y seguras.